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La importancia de vivir en el momento presente

Nuestros horarios están llenos de responsabilidades y deberes que nos exige la sociedad actual y que nos animan a vivir de forma inconsciente y con el piloto automático activado. Pasamos horas interminables arrepentidos por los acontecimientos del pasado y preocupados por el futuro, en vez de disfrutar del momento presente, del aquí y el ahora. 

Pero, ¿Por qué es tan difícil estar en el aquí y ahora? La verdad es que muchas veces lo evitamos porque no queremos encontrarnos con el dolor emocional o con los hechos actuales de nuestras vidas, pero no nos damos cuenta que para poder vivir con plenitud y disfrutar del momento presente tenemos que estar dispuestos también a experimentar y sentir este dolor emocional, a enfrentarnos a el y a plantarle cara. 

Desde bien pequeñitos se nos enseña que dedicar tiempo “para mí” es signo de egoísmo, que debemos controlar nuestras emociones, que las emociones dolorosas son malas y que debemos eliminarlas. La realidad es que las emociones no se pueden ni se deben controlar, si las sentimos es por algún motivo, nos quieren decir algo, nos dan información, y cuando intentamos controlarlas, se acaban haciendo mucho más grandes. Intentar esconderlas o evitarlas tampoco es la solución, ya que es muy probable que los problemas que se esconden detrás también se escondan, y seguramente volverán a llamarnos a la puerta pero esta vez serán más grandes.

Entonces, si no podemos esconder ni controlar las emociones, ¿Qué podemos hacer? Podemos escoger sentir y experimentarlas, tanto las que nos gusten como las que no. Cuando nos permitimos sentir lo que sentimos, pensar lo que pensamos y actuar de acuerdo con nuestros valores, estamos viviendo la vida que queremos vivir, la que hemos elegido y la que merece la pena vivir.

Una de las técnicas para aprender a vivir en el presente y aceptar nuestras emociones es el Mindfulness, la capacidad de presentar atención al momento presente sin juicios, la capacidad de practicar la compasión hacia uno mismo y hacia otros y de comportarnos con consciencia, intención y propósito en nuestro día a día.

 Con la práctica de la atención plena podremos conseguir: 

  • Ser conscientes de las cosas importantes para nosotros. 
  • Dedicar tiempo de calidad y presencia en las cosas que realicemos en cada momento. 
  • Hablarnos de forma más amable y compasiva.
  • Aceptar las experiencias interiores. 
  • Vivir con más propósito y sentido, realizando actividades que conducen a las metas importantes en la vida. 

Me gustaría terminar este post con una historia budista que describe perfectamente el valor de la vida y del cambio. Todos tenemos un principio y un fin, y por el camino van pasando acontecimientos que nos dejan marcas, pero no por eso tenemos que evitarlo, intentar controlarlo o dejar de ser quienes somos y vivir una vida que no queremos vivir:

Un joven monje camina muchas millas con la esperanza de alcanzar la iluminación con las enseñanzas de un famoso maestro zen. Cuando el estudiante entra en la habitación del maestro, este está sentado en el suelo bebiendo una taza de té. El maestro le explica al estudiante que la taza es muy valiosa. El estudiante asiente y el maestro pregunta: “¿Por qué crees que es tan tan valiosa?”. El estudiante sugiere que es por el color y la forma de la taza, y por la esbelta cualidad de su asa. El maestro está de acuerdo con que todos esos aspectos hacen que la taza sea bella, pero que esa no es su propiedad más preciada. El estudiante se queda confundido y le pide al maestro que responda su propia pregunta. El maestro suspira: “Es tan valiosa porque ya está rota y aun así ha contenido tantas tazas de té…”.

Espero que te haya gustado y que poco a poco empieces a vivir de una manera más consciente, aceptando los sentimientos, pensamientos y emociones.  

 

1 comentario

  • Me gusto mucho Leer este mensaje

    Yolanda

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