Eres suficiente
¿Alguna vez te has preguntado si eres suficiente? ¿Suficiente buena persona, suficiente delgada, suficiente en tu trabajo, suficiente para tu pareja, suficientemente para tus hijos? Si es así, este post es para ti. Durante años yo también estuve intentando complacer a los demás y haciéndome daño pensando que no era suficiente. Pero, ¡Qué mentira! En el momento en el que aprendí a aceptarme, quererme y respetarme a mi misma, empecé a vivir la vida que realmente quería, hablándome a mí misma de una manera más amable y compasiva. Y si, mi vida no es perfecta ni ordenada al 100%, pero es suficiente y soy suficiente. Y tu, tú también eres suficiente, siempre lo fuiste y lo serás.
Actualmente estamos acostumbrados a vivir de las validaciones externas, de aquello que nos dicen los otros o de aquello que los demás esperan que hagamos. Dejamos que sean otros quienes nos indiquen lo que hacemos bien o mal, lo que debemos conseguir y lo que debemos rechazar. Nos sentimos más valorados cuando recibimos un reconocimiento y aprobación externos, mientras que pasamos por alto lo que realmente es valioso para nosotros mismos, lo que realmente quiere nuestro yo mas interno. ¿Por qué nos sucede esto? Las constantes comparaciones con los demás, las altas expectativas, las inmediateces o el incesante crecimiento laboral son algunos de los activadores de esta sensación de "no ser suficiente" ,de no ser" como debo ser". Ahora bien, ¿Qué es para mi ser suficiente? ¿Cómo me gustaría ser a mi?¿Qué es aquello que me gusta o que más valoro de mi persona? La respuesta a estas cuestiones es lo que verdaderamente importa.
Quiero con este post invitarte a pensar en ello, recuerda que la única persona con la que vas a convivir el resto de tu vida va a ser contigo misma, y es a ti misma a la que le debes el ser escuchada, comprendida, respetada. El dedicar tiempo a la relación contigo es fundamental. Todas tus acciones, pensamientos, sensaciones van a repercutir en tu propio bienestar o malestar, y es por ello que la validación no ha de venir del exterior, si no que ha de comenzar a darse en tu interior, a tu manera, poniendo los límites que tu consideras necesarios, enfocándote en aquello que es valioso e importante para ti. No tienes que demostrar nada a nadie, no tienes que validarte por lo que piensan o dicen los demás, sino conectar con tu interior y simplemente ser, con todas tus imperfecciones.
¿Te has preguntado que es aquello que te hace diferente?¿Cuáles son tus valores de vida? ¿Cuáles han sido tus logros y metas alcanzadas a lo largo de tu vida?¿Hay algo que te gustaría mejorar o empezar a trabajar?¿Cuáles son tus fortalezas?¿Estás potenciando estos puntos fuertes? Si te das cuenta, todas estas cuestiones solo van a poder ser respuestas desde tu interior, pues están formuladas por y para ti. Empieza desde hoy a hacerte preguntas, a indagar sobre lo que realmente quieres y es suficiente para ti. Como te he comentado, cuando empecé a escucharme y a crecer por y para mí, sentí que debía valorarme, quererme y respetarme tal y como soy, sin autoexigencias , sin juicios. Los cambios llegan, por supuesto, no somos perfectos y es natural el querer alcanzar nuestra mejor versión, pero todo ello requiere primero de autoconocimiento y autoaceptación.
Deja de poner excusas, de juzgarte constantemente y de esperar que sean otros los que te digan que lo estas haciendo bien. Empieza a confiar en ti, a conocerte mejor, a tener en cuenta tus deseos y necesidades, a plantearte nuevas metas y objetivos que realmente quieres alcanzar. Empieza a dedicarte tiempo y a descubrir que ERES SUFICIENTE.