Autoestima. Descubre como fortalecerla y sentirte mejor contigo misma

La autoestima se puede definir como la valoración que tenemos de nosotros mismos. Pero, ¿Por qué es importante? Es importante porqué nos influye en nuestro día a día, en nuestras decisiones, en nuestros hábitos, en nuestros objetivos, en nuestras relaciones y en nuestro bienestar.

 

¿Qué puedo hacer para aumentarla?

 

¿Te dedicas tiempo para reflexionar, meditar, hacer algún hobbie y para cuidarte? ¿O priorizas el trabajo, los amigos, la pareja antes que a tí? ¿Mantienes relaciones sociales sanas o tóxicas? ¿Reconoces tus virtudes o esperas a que otras personas lo hagan por tí? ¿Te diriges a ti misma con curiosidad y compasión o con crítica y juicio? ¿Entiendes que eres única y suficiente o tiendes a compararte? Es importante saber si tenemos una autoestima alta o baja para poder ser conscientes de ello y promover el cambio.

     

2. Prestar atención a tus emociones.

A veces tendemos a evitar emociones que a largo plazo nos terminan pesando demasiado. Es importante prestar atención a nuestras emociones, saber cuáles son y qué función están haciendo para poder soltarlas y liberarlas. Una manera muy efectiva es escribir lo que sientes. No escondas tus emociones, miedos o frustraciones. Recuerda que no hay emociones buenas o malas, mejores o peores, todas las emociones cumplen una función en nosotros, debemos aceptarlas y tener en cuenta aquello que nos aportan, las sensaciones que nos transmiten, cómo nos estamos sintiendo en ese momento concreto.

     

Atender tus necesidades es primordial para mantener una autoestima sana. Verás que a medida que escuchas tus emociones y conectas con tu cuerpo, sabrás qué necesitas. Es importante también cuidar de tí y de tu cuerpo, mantenerte hidratada, hacer ejercicio físico y alimentarte de una manera consciente y saludable. Comienza hoy mismo a trabajar en el autocuidado, a crear rutinas en las que dediques un tiempo para ti, para mimarte, para escuchar a tu cuerpo, para ejercitarlo, para conectar con el.

 

Uno de las mayores enemigos de una autoestima baja es la voz crítica con la que nos hablamos a nosotros mismos. Esta voz suele tener una connotación negativa que sin duda nos acerca al no confiar en nosotros mismos, nos invita a la baja autoestima y al sentimiento de incapacidad frente a nuestros objetivos de vida. La invitación es que seas consciente de este diálogo interno que mantienes contigo diariamente para que puedas revisarlo, cuestionarlo y adoptar pensamientos más realistas y adaptativos. Además, todo lo que pensamos no tiene porqué ser verdad, solo son pensamientos, interpretaciones que nosotros hacemos de esta realidad.

       

El perfeccionismo es dañino e inalcanzable, ya que nos lleva a compararnos constantemente con los demás y creer que no somos suficientes. No puedes gustar a todo el mundo, pero si puedes gustarte a ti. No somos perfectos, y es precisamente de estas imperfecciones, de las que aprendemos y crecemos, las que nos hacen diferentes y únicos. A medida que tomes decisiones que te representen y no sean lo que esperan los demás de ti, vas a sentirte mejor y más orgullosa de ti misma. Arréglate para ti, cómo te aprecias y te valoras a ti mismo es lo que vas a proyectar al mundo. Busca tu mejor versión para ti.

 

 

Haz una lista de todas esas cosas que has conseguido hasta ahora y añade tus cualidades positivas. Puedes guardar esa lista para cuando necesitas recordarla. El poner nombre a nuestros logros y metas alcanzadas, visualizarlas en un papel, y decirlas en voz alta, nos hace ser más conscientes de todo lo que hemos conseguido. Del mismo modo, escribir nuestras fortalezas, nuestras cualidades positivas, repercutirá directamente con una mejor autoestima, pues nos sentimos valorados y queridos por nosotros mismos.

     

Acéptate tal y como eres, con tus cualidades y tus defectos. Como hemos visto, nadie es perfecto e intentarlo solo nos puede conllevar decepciones. Eres suficiente, tal y como eres, siempre lo has sido y siempre lo

serás. No necesitas esperar a una validación externa.

     

Somos seres sociales por naturaleza y nuestras relaciones tienen efectos directos en nuestro estado de ánimo, de modo que cuando nuestras interacciones sociales se ven afectadas o no son de buena calidad, nuestra autoestima se ve comprometida. Por ello, decimos que es necesario cuidar nuestras relaciones, rodearnos de gente positiva, obtener un apoyo que nos anime, que nos motive, que nos acompañe en los momentos difíciles, que nos escuche y nos acepte tal y como somos. El cuidar las relaciones requiere de tiempo, sacrificio y cierta constancia, pues en estas existe reciprocidad, y no solo debemos esperar a que nos apoyen, si no que nosotros también debemos ofrecer nuestro acompañamiento a nuestros seres queridos. Ello requerirá por nuestra parte de una buena autoestima y fortaleza, que solo podremos conseguir, si hacemos primero un buen trabajo con nosotros mismos, con nuestra parte más interna y personal.

   

Estas serian algunas de las claves con las que vas a poder trabajar tu autoestima destacando el autoconocimiento, autocuidado y autoaceptación como protagonistas del cambio hacía una mejor autoestima.

    

Como despedida, quiero invitarte con las siguientes preguntas a una reflexión más profunda sobre el tema, en las que puedas visualizarte y situar la relación que mantienes con tu autoestima en el momento presente, y tomar decisiones respecto futuros cambios, transformaciones o inicio de nuevas actitudes en tu vida.

    

¿Crees que debes trabajar en alguno de estos puntos?

¿Detectas ausencia de alguno de ellos en tu vida?

¿Te gustaría empezar a implementar alguna de estas claves?

¿Cómo valoras la relación que mantienes contigo misma?